Y por fin… ¡Comenzó la partida!
Como ya he dicho, se les asignó por sorteo los personajes a los tres jugadores, y luego les conté a cada uno en privado las premisas del juego y las características de su propio personaje.
Entonces se desperdigaron por la casa a buscar los centenares de papelitos que habíamos escondido Bachy y yo por todo el lugar, mientras que nosotros nos quedamos esperando a que sucediera algo de importancia, en la habitación que podríamos decir que representaba el palacio de Kami-sama.
Por más que se lo dijimos, los jugadores no interactuaron nada entre ellos, así que les iba a ser bastante difícil averiguar quién era quien… Y esto es lo que fue haciendo cada uno en un principio:
Radish se centró en las pistas que conducían a las bolas de dragón, y consiguió sin mayor dificultad la bola de 7 estrellas, la de 2 estrellas y la de 3 estrellas; y vino al palacio de Kami-sama a colocarlas en el panel (cortesía de Bachy):
Dende prácticamente ignoró las pistas que podrían haberle conducido a las bolas de dragón (o tal vez no las entendía), y se centró en conseguir técnicas de lucha nuevas y más PS, que vino a reclamar a menudo al palacio de Kami-sama. El jugador que lo interpretaba, mi hermano de 7 años, lo que quería era luchar y ganar, y lo único en lo que pensaba era en fortalecer a su personaje para la batalla.
Krilín, por su parte… Ay, Krilín. Tuvo la mala suerte de seguir las pistas que supuestamente llevaban a la bola de dragón de una estrella, pero que en realidad llevaban a un papelito que decía:
“¡¡La bola de dragón de una estrella la tiene Freezer!!”
Primer combate: Krilín contra Freezer
Estaba bastante claro el resultado de este combate; y además ninguno de los otros dos jugadores quiso ayudar a Krilín, aunque también es verdad que no sabían quien era en realidad…
Pero lo primero que hizo Freezer fue preguntarle a su adversario quien era, y éste respondió como tonto, así que enseguida se desveló su identidad. El combate ya había empezado.
Freezer quiso terminar esto rápido –porque ya lo veía ganado- así que tras hacer la técnica aérea para rebajar la precisión de su oponente –técnica que el otro jugador copió como un mono imitamonos-, comenzó a preparar una gigantesca Genkidama. Durante los turnos que tardó en hacer esto, Krilín atacó con uñas y dientes (más bien con “puñetazos” y “patadas”), pero no hubo una disminución significativa de los puntos de salud de Freezer.
La Gendikama fue lanzada, en el dado salió un 5, y Krilín recibió 96 de daño, quedando casi para el arrastre.
La última resistencia de Krilín fue lanzar un Kienzan (Rayo sierra).
El Rayo Sierra dio de lleno a Freezer, aunque no de forma crítica, y le hizo enfurecer, así que éste quiso pagarle con la misma moneda, y con otro Kienzan le cortó la cabeza.
Fin del combate, que hizo honor a un manga en el que Krilín siempre es el primero en morir.
Por suerte, el todopoderoso y compasivo Kami-sama interpretado por Bachy decidió resucitar a Krilín para que su hermano de 10 años pudiera seguir jugando.
Y continuó el juego.
Ya sabían los demás quién era Krilín, pero Dende no hizo nada por tratar de establecer contacto, y Radish decidió esperar un poco para desafiarle.
Krilín y Dende siguieron por separado buscando papelitos que les dieran respuestas, e incrementando su PS y su repertorio de ataques, pero Radish se puso las pilas y encontró la bola de cinco estrellas y la de seis estrellas. Con la de cinco estrellas hubo un problema, y es que estaba escondida bajo el cojín de un sofá en el que estaba sentado el padre de Bachy, que no quiso levantarse, así que Bachy tuvo que hacer una bola de pega (en la que escribió “Made in Japan”) e hicimos como si Radish la hubiera encontrado, ya que mediante pistas ya había adivinado donde estaba.
Así que cinco bolas las tenía Radish, otra estaba en posesión de Freezer, y la de 4 estrellas seguía perdida.
Y llegó el momento en el que Radish desafió a Krilín.
(to be concluded...)
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