jueves, 16 de octubre de 2008

Mundos Perdidos

El Mundo Perdido (The Lost World) es una historia de aventuras que se ha contado varias veces por varias personas distintas, quizá inconscientes, o quizá no, de que ya se había contado anteriormente.

La historia básicamente gira en torno a unas personas que se se encuentran sin previo aviso en una zona en la que han estado cohexistiendo criaturas del pasado, principalmente dinosaurios. Los personajes quedan maravillados en un principio pero después sólo desean escapar, y no todos consiguen hacerlo con vida.

Principalmente, hay tres autores que han contado una historia así, con el mismo título. Esas personas son, en orden cronológico, Arthur Conan Doyle, Osamu Tezuka y Michael Crichton. Y sus medios han sido la literatura y el manga, y varios guionistas y directores han adaptado la visión de estas personas al cine.

A mí me gustan bastante todas esas historias, no sólo por las aventuras y el hecho de que muera gente en ellas (juas), sino también por mi afán coleccionista, y mi empecinamiento de ver series de cosas donde no las hay. Pero allá vamos.

Lost World de Arthur Conan Doyle (1912)

Probablemente, sir Arthur Conan Doyle, el creador de Sherlock Holmes, fue el primero en contar esta historia, por medio de su popular novela.

Un periodista llamado Edward Malone investiga al excéntrico profesor Edward Challenger, hasta que es arrastrado por éste a una expedición a lo más profundo del Amazonas, junto a un científico llamado Summerlee, que quiere refutar las teorías de Challenger, y un aguerrido explorador llamado Jhon Roxton. Eventualmente llegan a lo alto de una aislada meseta y tienen que lidiar con unos dinosaurios que no han evolucionado hasta el día de hoy, así como una población humana antediluviana.

Arthur Conan Doyle usó a los personajes del Profesor Challenger, el periodista Malone y el explorador Roxton en cuatro novelas más(1) aunque no les hizo volver a su mundo perdido.

Su novela, aparte de probablemente inspirar a los otros dos casos que comentaré a continuación, fue adaptada al cine en repetidas ocasiones. La primera, en 1925, es una interesante película muda en blanco y negro, con unos efectos especiales pioneros en el stop-motion (el mismo responsable se encargaría en el futuro de los de King Kong). Introducía un personaje femenino (si de algo carecía la novela era de romance) y cambiaba completamente el final: En el filme, los aventureros se traen un diplodocus a la ciudad para exhibirlo y ganar dinero con él, pero el dinosaurio se escapa y empieza a matar gente. Esta estructura argumental también fue reutilizada en King Kong, así como en muchas otras películas. También se hicieron al menos tres adaptaciones cinematográficas más, alguna de ellas con su secuela, y algún que otro telefilme.

Lost World de Osamu Tezuka. (1948)

Este manga de Osamu tezuka podría verse como el primero en una trilogía que habla sobre el posible fin del mundo a manos de los humanos, formada también por Metrópolis (1949) y Next World (1951). Además, las tres novelas comparten algunos personajes como el Inspector Mostacho, pero eso no es particularmente impresionante porque Tezuka siempre estaba utilizando los mismos diseños de personaje; algo así como si sus mangas fueran películas interpretadas siempre por el mismo elenco de actores.

Por la portada y otros detalles, parece muy evidente que Tezuka pretendía versionar la novela de Doyle, robarle vilmente la idea, o simplemente homenajearle, pero el caso es que también es posible que ocurra lo mismo que con su novela posterior, Metrópolis: Tezuka juró y perjuró que no había visto la película de Fritz Lang hasta después de publicar su manga. Así, es posible que de la novela de Doyle sólo conociese el nombre y la temática, o que sólo hubiera visto algún fotograma del filme de 1925. En cualquier caso, tiene grandes diferencias que lo hacen inequívocamente suyo; la principal de ellas es un aire muchísimo más futurista y orcuro (dentro de sus dibujos caricaturescos y su estilo completamente trágico-cómico).

La publicó orginalmente en dos partes.
La primera parte es la que menos tiene que ver con el relato principal. Gira alrededor de una organización clandestina que experimentos con animales, para hacerlos comportarse como las personas (especialmente entrañable es un conejo completamente humanizado), y sus esfuerzos por defenderse de unos mafiosos que tratan de boicotearles. En un momento dado se menciona la existencia de unas piedras que han caído a la Tierra desde un planeta que llamado Mamango que se acerca a la Tierra cada nosecuántos millones de años, y los protagonistas deciden despegar hacia el planeta con una nave espacial.

La segunda parte narra el viaje desde que el cohete sale de la Tierra con sus trece o catorce pasajeros oficiales y unos siete polizones sorpresa, pasando por la llegada a Mamango donde descubren su mundo perdido con dinosaurios incluídos, y el tortuoso regreso a la Tierra. El estilo de dibujo del autor, que en esos momentos todavía podría considerarse infantil, no hace sospechar que la historia se vuelva tan desoladora, y que tanton personajes mueran durante el proceso, no solo por los dinosaurios, sino también por sus propios compañeros traicioneros y los polizones. Incluso hay lugar para el canibalismo.

Pero no voy a destriparos el final, ya que es una historia muy recomendable, y actualmente se puede encontrar en España, con las dos partes en un solo tomo.

Por cierto, mientras la leía, esta estructura argumental me recordó mucho a una historia de Las aventuras de Tintín, de Hergé: La formada por los álbumes Objetivo: La luna y Aterrizaje en la Luna, ambos publicados en 1953. Si bien la historia de Tezuka trata del viaje a un planeta habitado por dinosaurios, y la historia de Hergé trata básicamente de un viaje a la Luna (aún no pisada por el hombre) sí que tienen varias similitudes. Ambas fueron publicadas en dos partes, la primera tomando lugar en la Tierra y la segunda relatando el viaje en el exterior. Ambas historias tienen como punto de unión entre sus dos partes el momento del despegue del cohete, la viñeta exacta en la que se produce la ignición y los protagonistas salen a la estratosfera. En ambas historias hay polizones en el cohete, lo que produce no sólo enfrentamientos indeseados (a mano armada y con resultados mortales) sino también problemas de oxígeno. Eso sí, mientras que en Lost World hay muchos más personajes, en la historia de Tintín los personajes que quedan vivos son más. (¿Cómo podría Hergé matar al capitán Haddock, o al profesor Tornasol, o a Hernández y Fernández, o al propio Tintín o a Milú? ¡Si aún les quedaban por vivir muchas aventuras!). Evidentemente entre esas historias no hay ninguna relación real, pero el parecido no deja de ser curioso.

Lost World de Michael Crichton (1995)

Entramos de lleno en una gran franquicia, la de Jurassic Park. Comenzando con la novela original de Michael Crichton de ese mismo nombre, publicada en 1990, que trata de cómo Ingen recrea a los dinosaurios mediante ingeniería genética y trata de exhibirlos al mundo en un zoológico; pero antes de tener siquiera pensado un dia de apertura, algo sale mal y las criaturas se escapan e intentan matar a todos los seres humanos de la isla en la que se encuentran. La novela fue adaptada en la exitosa película homónima de Steven Spielberg e 1993.

Las diferencias entre la novela y la película son bastante notables, teniendo la primera muchísimos más personajes. En la película, la mayoría de los trabajadores de Ingen escapan de la isla antes del desastre, mientras que en la novela no se va nadie hasta el final, y personajes que en la película sólo tienen un cameo, como el científico Henry Wu, en la novela tienen un papel prominente. Asímismo, en ambas el número de supervivientes principales es más o menos el mismo (alrededor de 6), pero los supervivientes en sí cambiam considerablemente. Así es el caso de director del parque Jhon Hammond, el abogado Donald Genaro, el matemático Ian Malcolm y el "odiador de los velocirraptores" Robert Muldoon, que en un medio logran sobrevivir y en el otro no. Asímismo, las perosnalidades y comportamiento de algunos de ellos cambian bastante. Y las escenas de acción son mucho más numerosas en la novela; algunas de las descartadas en la película principal fueron reusadas u homenajeadas en las secuelas cinematográficas.

El caso es que nuestro buen amigo Michael Crichton decidió escribir una secuela y, en vez de titularla Jurasic Park II, decidió homenajear a Arthur Conan Doyle y titularla directamente The Lost World.

Y lo cierto es que la secuela tiene más que ver con el concepto de Mundo Perdido que su predecesora. Consiste en un grupo de exploradores que visitan una isla relacionada con la de la novela anterior. Como líder del grupo, Crichton resucita mágicamente a Ian Malcolm, que había fallecido aparentemente en el papel, pero sobrevivido indiscutiblemente en el celuloide. Aparte de él, se unen a la expedición dos adultos más (que yo recuerde, Sarah Harding y Eddie Carr) y, como polizones. Crichton emplea una buena cantidad de páginas en explicar los preparatorios y vidas de los personajes antes de ir a la isla y, una vez en ella, muchos análisis y descubrimientos fascinantes sin que los protagonistas estén realmente en peligro; es bastante pasada la mitad de la novela cuando llega una historia concerniente a una cría de tiranosaurios y sus enfadados padres, cuando la integridad del grupo comienza a verse seriamente amenazada. Paralelamente, también se nos cuentan las peripecias de tres personajes claramente antagonistas que tratan de sacar beneficio de la isla en sí, buscando muestras genéticas y planeando, a largo plazo, reconstruir el infame imperio de Jhon Hammond.

La adaptación cinematográfica de 1997, también dirigida por Steven Spielberg, (y titulada Lost World: Jurassic Park II, para evitar confusiones) también tiene grandes diferencias con respecto a la novela. Para empezar, trae la mencionada historia de la cría de rex y el enfado de los padres mucho más adelante en la trama, acelerando acontecimientos, e incluye muchísimos más personajes (especialmente en el bando de los antagonistas) y muchísimas más escenas de acción (esto es, evidentemente, lo contrario de lo que pasaba en la primera entrega, que tenía más acción y personajes en el libro y menos en la película). Algunas de las escenas más adrenalíticas están sacadas directamente de la primera novela, como la muerte a manos de los pequeños compys.

Lo que sí que incluyó como novedad fue el hecho de que, en la recta final del filme, los dinosaurios lleguen a la ciudad. Exactamente como se hizo en la versión cinematográfica de 1925 de la obra de Arthur Conan Doyle, y como luego se repitió en obras como King Kong.

La saga de Michael Crichton ha seguido en cines; ahora mismo está en preparación Jurassic Park IV, y se está siguiendo más o menos la fórmula del Mundo Perdido.


Y es que esta fórmula es bastante atemporal; se trata de un mundo prehistórico que ha quedadoaislado de la evolución, ya sea por una meseta perdida en el Amazonas, un planeta que visita la Tierra de vez en cuando, o ADN contenido dentro de un mosquito atrapado en ámbar. Un Mundo Perdido esperando a ser descubierto... por humanos curiosos e incautos.


(1) A saber, The Poison Belt, The Land of Mist, When the World Screamed y The Disintegration Machine. No he leído ninguna de ellas y no sé si estarán disponibles en español.

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