En estos libros no te puedes morir y solamente hay un final posible.
Al final del artículo exploraremos este aspecto porque es de lo más interesante; yo mismo he escrito un librojuego donde se cumplen estos dos requisitos pero este libro me ha enseñado una forma muy diferente de conseguirlo.
Antes de ello, hablemos del argumento: ¿De qué va la historia?
Eres un viajero en el tiempo y tu misión es encontrar y fotografiar un arqueópteris, el eslabón perdido entre los dinosaurios y los pájaros.
Me sorprendió la falta de contexto: ¿Quién eres, de dónde vienes? ¿Tienes familia, amigos, conocidos? ¿Por qué te han encomendado esta misión, qué estabas haciendo antes de aceptarla, quiénes son tus jefes, cuál es la tecnología detrás de la máquina del tiempo, es más, qué pinta tiene...? Nada de esto se desarrolla. Al principio simplemente se le explica al lector cómo funciona el libro, en qué consiste su misión y las herramientas que tiene a su disposición (un banco de datos al principio y unas páginas de pistas al final), pero la historia propiamente dicha empieza "in medias res": Has llegado a la era mesozoica con tu máquina del tiempo, ponte a buscar al pájaro, buena suerte.
Las explicaciones que, me imagino, me darían los autores están implícitas y la verdad es que son adorables. ¿Quién es el protagonista? Pues tú mismo, que has cogido el libro. ¿Quién te ha encomendado la misión? El propio libro te la está proponiendo, tú verás si la aceptas. ¿Cómo es la máquina del tiempo, cómo funciona? La máquina es el propio libro, que para eso se titula así. Aquí, cuando te toca hacer un salto temporal no tienes que meterte en un complejo aparato a lo H.G.Wells ni en un Delorean, sino que viajas pasando las propias páginas cuando se te presenta la elección, y eso mismo es lo que te permite huir de los peligros y viajar al triásico, el jurásico y el cretáceo.
Hay una parte completamente optativa (que descubrí de casualidad, repasando el libro ya después de haberlo terminado) donde te encuentras a otro viajero que tiene otra copia del libro, y es que resulta que la estaba ojeando en una librería y ni siquiera la había llegado a comprar (viene el librero a cogerle de las orejas). Esta es la mejor explicación que me podrían haber dado de este mundo y me encanta. La imaginación al poder.
Por otra parte, esta colección tiene un claro afán educativo, y esto me preocupaba en un principio porque, a riesgo de sonar como Bart Simpson, aquí hemos venido a jugar, no a aprender. Temía encontrarme con que la parte lúdica fuera meramente accesoria o carente de reto y todo esto se tratase realmente de un libro de texto camuflado. ¡Anda que no me comí CDs interactivos en mi infancia que eran exactamente eso!
Me congratula informarte de que este no es el caso: Estamos ante un auténtico juego hecho y derecho, y para resolver el reto que te propone tienes que estrujarte las meninges. Hasta he leído por ahí una reseña de un adulto que lo dejó a medias porque le resultaba demasiado difícil (en mi opinión tampoco es eso, simplemente tienes que prestar atención y tener un poco de paciencia al principio y ganas de entrar en el juego).
No me malinterpretes, se aprende un montón y de la mejor manera posible: jugando. La mejor forma de encontrar el pájaro es aplicar de forma reflexionada e inteligente los conocimientos que vas adquiriendo. Por ejemplo, tienes que tener en cuenta la inversión de los polos magnéticos de la Tierra a lo largo de las eras. Dependiendo de la era en la que te encuentres, a lo mejor el norte es el sur, y viceversa. Tienes que buscar pistas para deducir si el pájaro se encuentra el triásico, el jurásico o el cretáceo, y no solo es importante el periodo de tiempo sino también la geografía; una manera interesante de averiguar en qué zona de la Tierra estás es viajar al holoceno (el presente casi) y ver si estás en Egipto, la India, América...
Además, por supuesto, este es un libro narrativo donde tú, como protagonista, vives un montón de aventuras y peligros, moviéndote entre dinosaurios herbívoros y carnívoros y otros bichos y animales del pasado como por ejemplo los primeros mamíferos. También debes sortear peligrosos terrenos y refugiarte de las inclemencias del tiempo (en un momento dado hay un sol tan fuerte que te provoca quemaduras en la cara; no sé cómo el protagonista no acaba con cáncer al final de la historia). Hay incluso momentos evocadores como el encuentro con un Tiranosaurio flaco y débil siglos después de la caída del famoso meteorito, cuando todavía no se ha extinguido su especie pero son en la práctica cadáveres andantes.
Bueno, hablemos de la estructura: ¿Cómo es eso de que no te puedes morir y solamente hay un final posible? Como autor de mi propio librojuego, para conseguirlo recurrí a ambientarlo en un amable mundo abierto de libre exploración donde no hay peligro, y que para pasártelo tienes que ir resolviendo puzzles combinando objetos al estilo de las aventuras gráficas de LucasArts o encontrando pistas que te ayuden a tomar los caminos correctos.
Aquí, por el contrario, el personaje protagonista está en peligro constante (según la narración) pero tiene a su disposición la máquina del tiempo que le permite huir a otro momento justo antes de palmarla. No exploras el mundo libremente, sino que en cada sección suelen describirse varios acontecimientos durante dos o tres páginas antes de que te toque tomar una decisión. Por ejemplo, el protagonista aparece en un lago, sale del mismo, se seca, se encuentra un dinosaurio carnívoro que le persigue durante varios metros hasta que consigue escapar subiendo por un árbol y solo entonces le toca al lector decidir.
Casi siempre tienes la sensación que hay unas decisiones correctas e incorrectas y tienes que pensar cuál debe ser la buena, pero si te equivocas la penalización no es la muerte sino otra serie de acontecimientos que puede incluso reconducirte por el buen camino, o desembocar en la relectura de algunas secciones por las que ya hayas pasado antes, lo cual no es excesivamente grave porque tan solo supone la oportunidad de tomar decisiones diferentes y aprender de tus errores. Solo hay dos secciones (bastante tempranas además) que te manden a la página 1, lo cual sería lo más parecido a "morirte" al tener que empezar desde el principio. En el peor de los casos puedes entrar en bucle pasando por unas mismas secciones una y otra vez, pero siempre tienes todas las herramientas a tu disposición para romper dicho bucle. He encontrado en gamebooks.org el árbol de decisiones y os lo voy a compartir al final del artículo por si lo queréis ojear, aunque recomendaría jugar al libro primero (si lo tenéis a mano) para no comeros spoiler.
Decir que en los (escasos) momentos donde te encuentras con humanos la estructura de bucle funciona un poco peor, porque no es lo mismo leer cómo el protagonista huye de un bicho repitiendo los mismos movimientos, lo cual puede tener sentido, que mantener las mismas conversaciones una y otra vez. Por ejemplo, viajas al presente para pedir ayuda a un médico, y claro, si en algún momento te toca volver a la misma sección te encuentras con las mismas páginas y por tanto la conversación se desarrolla de forma idéntica como si lo hubieras visitado por primera vez.
En ese sentido sospecho que éste es uno de los mejores libros de la colección, ya que en el resto forzosamente te debes encontrar gente más a menudo, al estar ambientados en momentos de la Historia de la Humanidad. Aún así me gustaría leer alguno más, porque me ha encantado la experiencia. Ojalá no estuvieran descatalogados. Éste lo he comprado en una Feria del Libro Viejo en Santander.
Altamente recomendable.